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15 Al atardecer, los hombres volvieron ante el rey y le dijeron:

―Su Majestad sabe bien que, según la “ley de los medos y los persas”, ninguna ley que el rey firme se puede cambiar ni anular.

16 Al fin, el rey se vio obligado a dar la orden para arrestar a Daniel, y este fue llevado al foso de los leones. El rey le dijo entonces:

―Que tu Dios, a quien siempre le eres fiel, te salve.

17 Y trajeron una piedra que colocaron sobre la boca del foso y el rey selló la piedra con su anillo y con el anillo de los principales de su gobierno, para que nadie pudiera rescatar a Daniel de los leones.

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